España, sin lugar a dudas, cuenta con una de las características que más atrae a los turistas, su clima. Por ello quienes acuden a nuestro país intentan disfrutar lo máximo posible de él, y por esta razón los espacios abiertos de los establecimientos hoteleros son tan solicitados y valorados positivamente. Aunque hace unos años esto solo preocupaba a establecimiento de alta gama o costeros, lo cierto es que con la aparición de la COVID-19 los estos espacios han sufrido un grandísimo boom, convirtiéndose en un espacio tan importante casi como el interior.
El espacio exterior en los establecimientos hoteleros actúa como un escaparate de lo que refleja y transmite el propio hotel. Un buen diseño del entorno exterior es, sin duda, atractivo para el usuario. En este sentido, es esencial la correcta elección de los elementos que conformarán estos espacios, iluminación, mobiliario, climatización…, ya que proyecta la imagen del establecimiento, y en estos momentos, tras pasar los peores años de la pandemia, se ha convertido en uno de los espacios más usados por los clientes.
En este sentido, Pablo García-Bodaño, CEO y presidente de Tattoo Contract, destaca que en los últimos meses hemos sido testigos de cómo la gente busca disfrutar de los exteriores al máximo, “hasta el punto en el que parece que todos queremos recuperar el tiempo perdido. Por ello, tanto en hoteles como en restaurantes, estos espacios han ganado más peso que nunca”. Y, aunque Miguel Ardao, director general de Ezpeleta, detalla que querer disfrutar el mayor tiempo posible de los espacios exteriores era una tendencia que ya estaba cobrando fuerza con antelación a la COVID, tras la pandemia este efecto se ha multiplicado y cuando pensamos en hoteles para nuestras vacaciones nos aseguramos de que dispongan de amplias, bonitas y cómodas zonas exteriores de relax, como la piscina, la zona próxima a la playa, el bar o restaurante exterior.