Ya está todo preparado para disfrutar este próximo sábado de la final de la Champions League donde el Real Madrid y Liverpool se disputarán el título. Esta ocasión va a hacer que muchos madridistas se desplacen a la capital de Francia para disfrutar de un trepidante partido.
Pero no es fútbol todo lo que rodea a la capital francesa, así aprovechando el tiempo que vamos a pasar en estos lares, podemos escaparnos de la vorágine de aficionados de fútbol y disfrutar de los encantos escondidos de la ciudad de la luz.
El reloj público más antiguo de París: un encargo del rey Carlos V, en el siglo XIV, se encuentra en el Palais de la Cité y está altamente adornado en oro. Aunque con el tiempo la esfera ha tenido algunas modificaciones y arreglos, lleva dando la hora desde 1371.
Muro vegetal del Musée du Quai Branly: en 2004 Juan Nouvel diseñó este edificio, donde se ubica uno de los más grandes y bellos muros vegetales de la ciudad. Obra de Patrick Blanc, tiene una altura de 22 m y un largo de 27 m, donde tienen cabida plantas de todo el mundo.
Belleville: se trata de un barrio muy parecido a la unión de Malasaña y Lavapiés, pero con el toque francés. Se ubica al norte de París y el arte urbano se expande por sus calles que están repletas de cantantes callejeros que rodean terrazas bohemias. Se trata del barrio más multicultural de País, sobre todo al caer la noche.
Cementerio de Montmartre: aunque en nuestra mente es algo raro, curioso o distinto dar un paseo por los cementerios como si se tratase de un parque, sí que existen países donde es lo más normal. En este punto, París cuenta con algunos que merecen su visita. Éste abrió sus puertas en 1825 y en la actualidad reúne las tumbas de infinidad de famosos artistas, como Alejandro dumas, Aimé Millett, François Truffaut…
Cementerio de Père-Lachaise: al igual que el anterior, este cementerio suele acoger muchas visitas, y es el más grande de París y el más famoso del mundo. Diseñado por un arquitecto neoclásico, Théodore Brongniart, quien creó los principales ejes y monumentos funerarios. En la actualidad cuenta con 43 hectáreas, cerca de 70.000 tumbas y unos 6.000 árboles. Y como en Montmartre, aquí yacen algunas de las figuras más famosas de todos los tiempos, como el compositor polaco Fryderuk Chopin, Jim Morrison, Édith Piaf, Oscar Wilde…
Bois de Vincennes: el lugar ideal para un romántico paseo ya que podemos disfrutar de su lago, sus senderos, disfrutar de los jardines tropicales o del templo budista que hay en su interior. Una maravillosa opción para pasar un día lejos del centro de París.
Place des Vosges: considerada como la plaza más antigua de París, se ubica en Le Marais, otro de los barrios con más encanto de la ciudad. Desde este lugar podremos visitar distintas galerías artísticas y terminar la visitar en el Georges Pompidou.
Pero, además de disfrutar de algunos de los lugares más escondidos y poco visitados de París, también podemos conocer alguno de los espacios más curiosos para disfrutar de una gastronomía distinta.
Café de Los Dos Molinos: ¿quién no ha visto la famosa Amelie? Dando un paseo por estas calles no tardaremos en reconocer este lugar como el lugar donde la protagonista trabajaba. Está cerca del famoso Moulin Rouge y el Moulin de la Galette, de ahí que sea nombrado de esta manera. Se trata de un espacio muy concurrido debido al éxito de la película.
Pastelería Stohrer: se trata de la más antigua de París y hay que regresar al siglo XVII para conocer su origen. Nicolás Stohrer, formado en las cocinas del rey de Polonia, viajó a Versalles para servir en la corte del rey Luis XV durante cinco años. Posteriormente abrió su propia tienda en la rue Montorgueil donde nació el ‘baba au rhum’ y donde acude todo París desde 1730.
Le Relais de l’Entrecôte: conocido popularmente como L’Entrecôte guarda su receta de la salsa de mantequilla como un invaluable tesoro, y aunque muchos han conseguido imitarla nadie lo ha conseguido. Por ello, te recomendamos que te acerques a sus mesas y disfrutes de su maravilloso solomillo.
Café A: cerca del Canal de Saint Martin podremos disfrutar de una tarde inolvidable, y aunque en su origen era algo secreto, en los últimos años se ha convertido en muy popular.
Au Lapin Agile: se trata de uno de los cabarets más antiguo de París, que aún hoy en día abre sus puertas para clientes exclusivos, que disfrutan de grandes autores de la canción hasta altas horas de la madrugada.
Le Train Bleu: inaugurado a principios del siglo XX para la Exposición Universal, son restos de la Belle Époque de París que aún puede visitarse. Entrar en estas estancias es como estar en un palacio, gracias a su belleza y su conservación. Sus mesas han acogido a comensales de tal envergadura como Coco Chanel, Brigitte Bardot, Salvador Dalí, o Jean Gabin.